Es la percepción exagerada y con pocos detalles, simplificada, que se tiene sobre una persona o grupo de personas que comparten ciertas características, cualidades y habilidades, que busca "justificar o racionalizar una cierta conducta en relación a determinada categoría social".
Los hay de muchos tipos, de raza, país, género,...
Surgen debido a que nuestra mente está constantemente categorizando el mundo a nuestro alrededor. Debido a que la capacidad de procesamiento de nuestro cerebro es limitada, necesitamos simplificar lo que nos rodea de tal manera que podamos dividirlo en categorías más o menos claras.
En el caso de nuestros pensamientos sobre otras personas, esta categorización social ocurre de forma espontánea, sin que nos demos cuenta de ello. Debido a factores como nuestra biología y nuestra educación, tendemos a fijarnos en ciertas características de la gente que nos rodea que la hacen pertenecer a un grupo determinado.
Así, antes de conocer a fondo a una persona, aspectos como su raza, su sexo, su orientación sexual o su afiliación política nos sirven para formarnos una idea inconsciente sobre cómo creemos que es. Esta categorización social nos lleva a atribuirle ciertos rasgos que se asocian típicamente al grupo con el que la hemos asociado.
Nosotr@s como educadores sociales tenemos que eliminar los estereotipos, es decir, concienciar para que todos comprendamos que nadie se merece ser juzgado antes de conocerlo, ni se debe dudar de su valor como persona. Todos somos personas y no por ser diferentes o salirnos de lo "normal" dejamos de serlo, porque, ¿qué es lo normal?.
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